Parte II - Creación literaria


En esta nueva entrada vamos a trabajar con los tres géneros literarios: prosa, verso y dramatización. Esta actividad me parece en primer lugar, bastante útil para nuestro futuro como docentes y, en segundo lugar, una actividad bastante lúdica en la que tanto alumnos como maestros vamos a disfrutar creando.

Con esta actividad creo que podemos conseguir que los niños se aficionen a la literatura desde edades tempranas ya que son ellos mismos los que van a crear de una manera sencilla y con ayuda del adulto.

Como podemos ver en el bloque IV de literatura infantil existen muchas formas y distintos materiales para utilizar y crear nuestros propios cuentos, poesías… Estas actividades no deben requerir mucho tiempo ni mucho dinero, ya que con lo que tengamos en casa o en la escuela podemos hacer maravillas para los más pequeños.

Es importante elegir bien los materiales a utilizar y que sean acordes a la edad establecida. No debemos utilizar materiales que puedan hacer daño a los niños, ni materiales pequeños que puedan meterse a la boca.

Con esta actividad parece que se nos da la oportunidad de observar nuestro alrededor y ser un poco creativos investigando materiales que aparentemente no nos sirven en la escuela. También, de crear junto a los niños y compartir una experiencia preciosa y útil. Como he dicho anteriormente, todos disfrutamos al realizarlo y también cuando vemos el resultado, lo podremos tener en el rincón de lectura del aula para que esté al alcance de los alumnos y éstos puedan manipularlo, leerlo, contarlo…

Para que esta actividad sea lo más realista posible he contado con la ayuda de alumnos de judo, ya que imparto clases a niños desde los cuatro años hasta la adolescencia. He decidido dirigirme a alumnos de cuatro años, los cuales me han ayudado en lo que hemos podido. No requeríamos de tanto tiempo como me hubiese gustado, pero a continuación os dejo el trabajo realizado con algunas imágenes.



CREACIÓN EN PROSA

La estrategia utilizada en la prosa ha sido “el dibujo”.

Les presenté una imagen de una ardilla en un césped a tres alumnos de cuatro años y les dejé el tiempo necesario para que lo observaran y me contarán que les sugería la imagen. Tuve que hacerlo desde un ordenador ya que no tenía previsto hacerlo ese día y no me dio tiempo a imprimirlo.

 No tardaron en comentar los colores que se observan en la foto y a imaginar que podría estar pasando, prácticamente contaron ellos una historia. 

Este es el cuento:

Un día de verano…

estaba con mi familia en la piscina,

de repente vemos una ardilla y yo intento cogerla!

la ardilla se escapa tan veloz como un rayo

y sube casi hasta la copa de un árbol.

Resulta, que la ardilla estaba hambrienta

y quiso comer.

¡Ah! También tenía miedo…

Tenía miedo de nosotros, las personas.

Así que decidimos dejar tranquila a la hambrienta y miedosa ardilla.



Imágenes del cuento escrito:














El cuento está realizado con las fotos de las ardillas en un folio y escrito en los mismos a mano con un rotulador recreando lo que los niños me contaron.

Están plastificados y con dos anillas para darle la forma de cuento.

Creo que para los niños de cuatro años tienen un tamaño bastante cómodo y manejable, no tiene ningún tipo de peligro ya que las esquinas están redondeadas para que no puedan pincharse y las anillas no las pueden abrir por ellos mismos.

Al estar plastificados pueden pintar en ellas con un rotulador y después se irá muy fácilmente con una toallita. No se muy bien la finalidad y el juego que puede tener esto, pero es una posibilidad que encuentro de que las hojas estén plastificadas.

Por otro lado, considero que las ardillas al no ser en dibujo pueden llamar mucho más la atención. Los alumnos pueden apreciar al 100% las características de estos animales y les puede hacer mucha más gracia.



En un primer momento realice esta actividad con plásticos plastificadores pero no me quedó ni muy limpio ni muy vistoso, por lo que decidí hacerlo de esta manera.



 CREACIÓN EN VERSO

Ya sabemos que existen varias estrategias para crear textos poéticos o, mejor dicho, juegos poéticos.

No necesita rimar, podemos utilizar otros recursos literarios para llenarlo de función poética, como, por ejemplo: juegos de palabras, onomatopeyas, aliteraciones, repeticiones, invenciones léxicas... que, al igual que la rima, desarrollan en el niño las habilidades lingüísticas, la desinhibición, la fantasía, la creatividad y la propia sensibilidad estética.

En esta ocasión he elegido la estrategia de la adivinanza, me parece muy divertida y en la que los niños junto con la maestra deben pensar un objeto o una persona, definirlo, sin nombrarlo, de modo que los demás puedan averiguarlo.

A medida que el niño escucha, interpreta o memoriza una adivinanza está aprendiendo a conocer más sobre su idiomaTambién conocen temas que desconocen y pueden conocer nuevo vocabulario o palabras que, al descubrir su significado, puede incluirlas como parte de su lenguaje diario.

Las adivinanzas usan mucho el juego de palabras y las metáforas: recursos que desde bien temprano le servirán para entender que existen maneras sugerentes de enunciar una idea y 
redactar los textos.

También les puede ayudar para socializar, aprender a escuchar y ser escuchado, relacionarse y entablar nuevas amistades.

Además de todo esto, desarrolla la paciencia, darse tiempo para escuchar, aprender a memorizar, interpretar, razonar, prestar atención, concentrarse, comprender el lenguaje, asociar ideas motivarse, y así sucesivamente. En realidad, es un pasatiempo muy completo.


Una manera divertida de crear adivinanzas creo que podría ser colocando diferentes cajas en el patio, dentro de ellas habrá diferentes objetos o figuras. Los niños caminarán alrededor de las cajas y se les preguntará que creen que hay en su interior.

Sacarán las figuras de las cajas, la docente preguntará a los niños: ¿Qué podemos decir de este objeto? Y les dará la idea de crear una adivinanza. Pasarán a describirlos e intentar encontrar el significado del objeto. La profesora podrá ayudar a los niños a crearlas diciendo: ¿cómo es? ¿de qué color es?...

Los niños crean sus adivinanzas y la docente plasmará en un papel y dará lectura a las adivinanzas.

En esta ocasión conté con la ayuda de otra alumna de cuatro años que también practica judo. Le dije que escogiera un objeto que ella quisiera, rápidamente empezó a mirar a su alrededor y dijo: ¡una medalla!

Comenzamos a describir la medalla con ayuda de preguntas que yo la realizaba y finalmente este fue el resultado:



La consigues con esfuerzo

te la cuelgan en cuello,

y puede ser de tres colores…

¿Qué es…?





CREACIÓN DRAMÁTICA

Este recurso desarrolla una gran cantidad de capacidades en el niño.

En este caso, para que resultara más sencillo les pregunte a los alumnos de judo que me habían ayudado a hacer el cuento en prosa si se acordaban y decidimos hacer la obra de teatro basada en la ardilla miedosa y hambrienta.

Lo malo es que si la llevamos al aula de cuatro años no va a haber personajes suficientes para que todos los alumnos participen, por lo que realizaríamos pequeños grupos. De todas formas, se acompañaría la actividad motivadora realizando un mural en papel continuo donde aparezca un campo de césped con árboles y una ardilla.  Se puede realizar el mural con ayuda de la profe.

El resultado ha sido el siguiente:



Narrador: En un día de verano, una familia estaba en la piscina…

Hijo: ¡Qué calor! ¿Podemos bañarnos, porfa?

Mamá: Claro, vamos todos papá.

Narrador: Los tres fueron sonrientes a la piscina… Pero después de estar un rato bañándose, si hizo tarde y decidieron salir.

Papá: Oye, creo que es un poco tarde, podríamos secarnos antes de que se vaya el sol.

Mamá: Me parece bien.

Narrador: Cuando ya se habían secado vieron un pequeño animal…

Hijo: ¡Mirar!, ¡una ardilla!

Narrador: la ardilla asustada subió muy rápido por el tronco de un árbol.

Ardilla: ¿Por qué vienen a por mí? ¡Tengo que huir!

Papá: Tranquilo, hay que ir despacio, sino los animales se asustan.

Hijo: Yo creo que tiene hambre y ha subido a por su comida.


Narrador: la familia se alejó un poco y empezó a ver la ardilla desde lejos.

Ardilla: Menos mal que se han alejado, me estaba dando un poco de miedo…

Mamá: Ves cariño, así no nos ve y no tiene miedo.

Narrador: La familia finalmente recogieron y se fueron a casa, todos tan contentos por haber visto una ardilla.



Creo que es una obra adecuada para niños de cuatro años, ya que fueron ellos mismos junto conmigo los que la realizaron.

Los cuatro personajes se pueden ambientar bastante bien con el mural. Ya que el escenario tendría el fondo verde y arbolitos.

El contenido de la obra es fácil de comprender para los niños de estas edades, es lo que viven en su día a día: sentirse contentos, con ganas de investigar, felices de jugar y aprender con sus papás…

Además, a los niños de cuatro años les encanta disfrazarse. La idea de que la ardilla fuese un personaje más que pudiese intervenir en el diálogo la tuvieron los niños, me sorprendió y me hizo recordar la gran inocencia, imaginación y fantasía que pueden llegar a tener los más pequeños.





CONCLUSIÓN

Ha sido una actividad realmente creativa y divertida. Al principio me daba un poco de respeto, por el tema del tiempo, materiales… pero me tranquilizó bastante cuando Irune dijo que no debía requerirnos tanto tiempo ya que es algo que deberemos hacer de manera rápida y eficaz el día de mañana. Al final he utilizado el poco tiempo que tenía por tema de trabajo para realizar el trabajo con mis alumnos.

Me encantaría que hoy en día se realizara este tipo de actividades en las aulas, pero desgraciadamente creo que pocos profesores lo realizan. Quizá porque muchas veces nos imponen y ordenan lo que tenemos que hacer desde arriba y no dejan poner en práctica lo que hemos aprendido durante los cuatro años de universidad.

Esto último me da un poco de miedo ya que en mi futuro como maestra me gustaría poder realizar este tipo de actividades que considero tan necesarias y fundamentales para mis alumnos.

Creo que con estas actividades conseguimos que los alumnos sean realmente los protagonistas del proceso educativo y que el maestro sea un guía y acompañante de ellos.

Espero que os guste y comentéis lo que puedo mejorar. Que hayáis disfrutando leyendo, yo lo he hecho!



BIBLIOGRAFÍA

Documentación:

Labajo, I (2019). Apuntes de literatura infantil.



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